miércoles, 23 de septiembre de 2009

ILUSIÓN-DESILUSIÓN

Durante todo el mes de septiembre he vivido una espera continua de una llamada que no llegaba. Ilusionada con una buena noticia que me dieron a principio de verano, la desilusión de que esa promesa no llegaba, fue cogiendo terreno.

Esa desilusión se manifestó este fin de semana con la mayor tristeza que hacía tiempo no tenía. La vuelta desde Perú, la muerte de mi abuela, el fin del verano, la estancia otra vez junto a mis padres, la inactividad...todos los sentimientos que ello provoca, se juntaron en una gran tristeza que salió a relucir con grandes lloros escondida en la oscuridad de mi habitación.

La intenté calmar con conversaciones llenas de sueños con Rafa, o atiborrándome a pizza junto a mi padre. Hasta la primera película que vi del Festival de cine de San Sebastián, me ayudó a sonreír.

Prometo que intenté por todos los medios recuperar esa sonrisa, que honradamente, me pertenece, pero no pude.

Tardé en darme cuenta, que lo que debía hacer era dejar de esperar. Esperar me desesperaba.

En este tiempo de espera he estado irascible, borde y sin motivación alguna. Sin ganas de hablar, y con ganas de emborracharse. Lo he pagado con la gente que más quiero. Hasta lo he pagado conmigo misma traicionando mis ganas de hacer cosas. No he sido yo.

Pero desde ahora espero cambiar, lo cual quiere decir, que mi situación va a cambiar. La llamada ha llegado. Las cosas se van concretando. Mi vida se va ordenando.

viernes, 18 de septiembre de 2009

CUENTAME UN CUENTO


Cuéntame un cuento, que me aleje de aquí.


Cuéntame un cuento, que no me haga sufrir.


Cuéntame un cuento, que me recuerde quien fui.


Cuéntame un cuento, que me haga feliz.


Cuéntame ese cuento que me dijiste que me ibas a contar.
Un cuento que me haga soñar que vuelo en barco por Londres. Ese cuento que me lleva a mundos muy muy lejanos, donde el lobo baila con Caperucita al son de los tres cerditos. Y ninguna princesa se desmaya, porque el dolor no existe. Cuentame que los niños vienen de París, y el ratoncito Pérez me lleva a robar dientes. Que los conejos llevan relojes y te invitan a tacitas de té. Cuéntamé que la mentira no existe y Pinoccho es un niño. Y que las hadas te acompañan eternamente. Cuéntame ese cuento en el que vivo en una estrella. En el que las serpientes se comen elefantes.

Cuéntame que el sueño no se termina a las doce, con la última campanada.
Cuéntame un cuento en el que yo no soy una princesa olvidada.

(Princesa Blandina. "Princesas olvidadas o desconocidas")

lunes, 14 de septiembre de 2009

TENGO QUE PENSAR QUE YA SOY MAYOR

Cuando pienso en el tiempo que pasó
Desde que era un niño hasta hoy
Tenía otro cuerpo y otra voz
Y sonreía en la ventana bajo el sol
Cómo los años pasan a través de mí
Todo momento yo buscando ser feliz
Pero los días del escondite inglés
Quedan en mi memoria, no vuelven ya lo sé

Un gato durmiendo en mi cama al despertar
Me va a acompañar a jugar
Quiero que alguien cuente un cuento para mí
Porque no puedo dormir

Algo he perdido y algo gané
Algo que yo no sé explicar muy bien qué es
Quizás un sueño que por otro cambié
Y alguna foto que quite de la pared

Un gato durmiendo en mi cama al despertar
me va a acompañar a jugar
quiero que alguien cuente un cuento para mí
porque no puedo dormir

Quiero que alguien cuente un cuento para mí
porque no puedo dormir
cuando me pongo a pensar lo que pasó
todo parece estar tan lejano de hoy
y aunque un niño yo siempre quiera ser
tengo que pensar que ahora soy mayor
tengo que pensar que ahora soy mayor
tengo que pensar que ahora soy mayor.


(Javier Alvarez)


Así me siento, como una niña que no quiere crecer, que quiere seguir jugando al pajarito inglés, a polis y cacos, a las canicas o lo que sea para poder salir de este encierro en el que me encuentro. Sin motivación, sin ganas.
Desesperada por hacer cosas, pero no hago nada ahora que tengo todo el tiempo del mundo.
Quiero ser feliz!!!!!!!!!!! Con la felicidad llega la motivación. Con la motivación las ganas de escribir. Con la escritura, vuelvo a ser yo.
Toda una cadena a la que le falta una pizca de alegría. Lo sé. Así que algo he avanzado, sé cual es el problema. Ahora me falta solucionarlo.
De momento, aquí dejo esta canción de Javier Alvarez, que después de mucho tiempo hoy la he vuelto a escuchar. Supongo que atraída por el momento del cual habla.